En el patio del cuarto dorado se encuentra la fachada de Comares, que es una de los más decorados de toda la Alhambra. En este lugar celebraba el sultán las audiencia publicas, recibiendo a los súbditos que lo solicitaban. Se sentaba en una silla de tijera, entre las dos puertas protegido  del tejado más profundo de la Alhambra, que simboliza una corona.                 En esta hay dos puertas iguales que fueron diseñadas para  confundir a un posible intruso. La de la derecha no conducía  a ninguna parte y la de la izquierda llevaba a las habitaciones  privadas del sultán.                                                   El patio del cuarto dorado es un pequeño espacio con una pequeña fuente en el centro.

Las fachadas laterales son lisas, sin ninguna decoración para no distraer la mirada y concentrar la mirada y concentrar la atención en la fachada de Comares. Todo esto estaba echo para impresionar a las personas que se dirigían al sultán.                                                         En esta fachada encontramos dos puertas talladas iguales, alicatadas sobre el zócalo de cerámica, y decoración de yesería. Encima tenemos dos ventanas gemelas con arcos y otra más pequeña en medio. Todo el muro está decorado con bellísimos adornos y numerosas inscripciones, que rezan el lema "solo dios es vencedor"